El informe fue confeccionado por Nicolás Arellano, María de los Ángeles Chimenti, Antonela Dambrosio, Ailín Franco Accinelli, Juan Krojzl, Laura Ramírez y Noelia A. Stetie, integrantes de la Red de Lingüistas en Formación (RELIF).
Introducción
El pasado 15 de enero de 2021 se dieron a conocer los resultados de la convocatoria a becas del año 2020 del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Tras una primera observación de estos resultados, evidenciamos un escaso otorgamiento de becas a proyectos vinculados a la lingüística. Por este motivo, decidimos analizar en profundidad los datos de la convocatoria, los procesos y las consideraciones involucradas en la evaluación.
Desde la Red de Lingüistas en Formación (RELIF), buscamos proponer acciones de organización laboral y gremial específicas en les lingüistas jóvenes. En esta línea, el año pasado realizamos un comunicado sobre los resultados de ingreso a carrera de investigadore y un informe sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en las investigaciones en lingüística en Argentina.
Esperamos que el presente informe contribuya al entendimiento de los procesos y criterios involucrados en las evaluaciones por parte de los organismos de ciencia y técnica y que, a su vez, opere como un insumo que ayude a repensar las futuras evaluaciones de estos organismos.
Metodología
Con el fin de analizar los resultados de la última convocatoria a becas doctorales y posdoctorales del CONICET, descargamos los resultados publicados en la página oficial del organismo. Nos centramos fundamentalmente en el análisis de la comisión KS2 “Literatura, Lingüística y Semiótica”. Específicamente, fueron objeto de análisis los resultados de becas doctorales y posdoctorales evaluadas por dicha comisión, tanto en temas generales como en estratégicos. Cabe señalar que, a los fines del presente informe, no consideramos los resultados de la convocatoria a becas de finalización de doctorado ni tampoco los de la convocatoria a becas doctorales con países latinoamericanos. Tomamos esta decisión porque, en el caso de las becas latinoamericanas, no pudimos acceder a los resultados de la convocatoria de 2019; en el caso de las becas de finalización de doctorado, la información no se encontraba desglosada por comisiones, por lo que se dificultaba identificar cuántas becas se habían asignado a KS2.
En los resultados publicados por CONICET están consignados los nombres de las personas que se presentaron, los títulos de sus proyectos, los nombres de directores y/o codirectores y los lugares de trabajo. Asimismo, para cada aspirante se informa la decisión del Directorio respecto de la presentación: ‘otorgada’ o ‘no otorgada’. A partir de esta información, distinguimos entre los proyectos de KS2 que estaban vinculados al área de lingüística y los que no. Este análisis fue hecho por tres integrantes de RELIF y luego se realizó una comparación cruzada. En los tres casos, los mismos proyectos fueron catalogados como de lingüística.
Además, accedimos a los criterios de evaluación de distintas comisiones disciplinares. Esto nos permitió analizar los criterios de evaluación de la comisión de “Literatura, Lingüística y Semiótica” (KS2) y compararlos con los de comisiones afines, como “Psicología y Educación” (KS7), “Ciencias Antropológicas” (KS9) y “Sociología y Demografía” (KS5), todas parte del Gran Área de “Ciencias Sociales y Humanidades”.
Luego, decidimos complementar el análisis de manera cuantitativa y cualitativa. Por un lado, establecimos una comparación entre la cantidad de becas otorgadas a lingüistas en las convocatorias de 2020 y 2019 en la comisión “Literatura, Lingüística y Semiótica”. Por otro lado, a todas las personas que se presentaron a la convocatoria y que habíamos identificado como pertenecientes al área de lingüística les enviamos un formulario de Google para que completaran una breve encuesta acerca de cómo habían sido evaluados sus proyectos de investigación. A través de la encuesta, nos propusimos relevar datos sociodemográficos y de trayectoria académica generales (edad y carrera de grado) e información sobre la experiencia previa en presentaciones a becas. A continuación, buscamos relevar las características de la evaluación recibida por les postulantes en sus dictámenes, específicamente el ítem con mayor recorte de puntaje y la fundamentación de dicho recorte, como así también los temas y proyectos de investigación presentados. En lo que respecta a becas posdoctorales, la encuesta incluía dos preguntas adicionales: una apuntaba a conocer las características principales del proyecto de doctorado y otra buscaba relevar la existencia de dificultades en el desarrollo de sus actividades de investigación durante el año 2020, en el contexto de la pandemia de COVID-19. En el caso de les postulantes con becas no otorgadas, también pretendíamos indagar sobre su continuidad en el ámbito de la investigación. La encuesta fue completada por cinco postulantes a becas posdoctorales y siete postulantes a becas doctorales.
De esta forma, el informe se divide en dos grandes apartados. En el primero, analizamos cuantitativamente los ingresos de lingüística en la comisión KS2 para la convocatoria de 2020 y los comparamos con los ingresos de la convocatoria de 2019. En el segundo, complementamos este análisis con información cualitativa vinculada a tres factores: las respuestas obtenidas en nuestra encuesta, el análisis más pormenorizado de los criterios de evaluación, y los comentarios que les encuestades hicieron en relación al futuro de las investigaciones no financiadas en esta convocatoria.
Análisis
Primera parte
Ingresos de lingüística
En la reunión realizada el día 17 de diciembre de 2020, el directorio de CONICET decidió distribuir, al interior de cada Gran Área, los cupos para el concurso de becas de manera proporcional, tomando en consideración la cantidad de postulantes que se presentó para cada disciplina. Por ejemplo, en el caso de la convocatoria a becas doctorales, la propuesta de asignación fue la siguiente:
Del cupo total de Becas Doctorales (1700) se restó el número de aprobados en las Convocatorias de Becas Cofinanciadas, CIT y Latinoamericanas, y se consideró para su otorgamiento el total de las postulaciones Recomendadas de KT en las Convocatorias General y TE [Temas Estratégicos]. El producto se dividió por 4 para asignar el mismo número de becas a cada GA [Gran Área], distribuidas en las Convocatorias General y TEs. Al interior de cada GA se hizo una regla de 3 simple entre la cantidad total de postulantes de cada disciplina y el cupo de aprobados de la GA.
Acta de la 539a reunión de Directorio. Disponible aquí.
Para las becas posdoctorales, la propuesta de asignación fue idéntica pero considerando un cupo total de 712 becas. Siguiendo el criterio adoptado por CONICET para distribuir los cupos de becas entre las comisiones, sería esperable que se hiciera lo mismo al interior de una comisión heterogénea como lo es la comisión KS2, en la que coexisten investigadores de literatura, semiótica y lingüística. En otras palabras, sería esperable que los otorgamientos de becas y los ingresos a carrera de investigadore debidamente representen a cada una de las disciplinas de la comisión. Esto no supondría el ingreso de igual cantidad de proyectos para todas las especialidades. Como es frecuente que dentro de una comisión multidisciplinaria haya más proyectos de una disciplina en comparación con otras, se esperaría que se respete la proporción entre postulantes y becas otorgadas para cada una de ellas. Por esta misma heterogeneidad, las comisiones asesoras para becas se encuentran integradas por personas de distintas áreas, idóneas para evaluar los proyectos y los antecedentes de les diferentes candidates. Asimismo, también sería óptimo que los criterios de evaluación permitan evaluar de manera equitativa la producción científica y las formas de trabajo de todas las disciplinas incluidas en la misma comisión de forma integral.
A continuación, presentamos los resultados obtenidos del análisis de los órdenes de mérito correspondientes a las convocatorias 2019 y 2020 a becas doctorales y posdoctorales. Es importante señalar que para los valores de 2020 no fueron tenidas en cuenta las presentaciones “denegadas” en tanto ni los nombres de les candidates ni los títulos de sus proyectos son públicos y, consecuentemente, no pudimos evaluar si se trataba o no de proyectos de lingüística.
En la Tabla I y la Figura I, podemos observar los porcentajes de proyectos presentados en la convocatoria general que son de lingüística y el porcentaje de proyectos a los que se les otorgó beca que son de esta disciplina. Esto nos permite ver que, mientras que en el año 2019 se respetó la proporción entre proyectos de lingüística presentados y proyectos aprobados, en el año 2020 esta relación no se mantuvo. En 2019, un 14.71% y un 10.87% del total de les candidates, en la comisión KS2, a becas doctorales y posdoctorales respectivamente presentaron proyectos en lingüística y el 15.63% y 9.68% de quienes las obtuvieron fueron de esta disciplina. En cambio, en la convocatoria de 2020 el 11.85% y el 18.92% de les candidates a becas doctorales y posdoctorales presentaron proyectos de lingüística, pero solo el 7.14% y el 12.50% de quienes las recibieron pertenecen a la disciplina, pese a que todos los proyectos fueron bien puntuados.
Año | Convocatoria | Porcentaje de lingüistas sobre total de postulantes | Porcentaje de lingüistas sobre total de aprobados |
2020 | Doctoral general | 11.85% | 7.14% |
2020 | Posdoctoral general | 18.92% | 12.50% |
2019 | Doctoral general | 14.71% | 15.63% |
2019 | Posdoctoral general | 10.87% | 9.68% |
Tabla I: Porcentaje de proyectos de lingüística presentados para becas doctorales y posdoctorales por convocatoria general y cantidad de proyectos aceptados dentro de la comisión KS2
Figura I: Porcentaje de proyectos de lingüística presentados para becas doctorales y posdoctorales por convocatoria general y cantidad de proyectos aceptados dentro de la comisión KS2
En cuanto a los datos para la convocatoria a temas estratégicos (Tabla II y Figura II) es importante aclarar que, si bien la proporción parecería encontrarse más respetada que en la convocatoria general, esto se debe a que la cantidad de becas entregadas en esta convocatoria es significativamente menor. Así, en el caso de las becas posdoctorales en temas estratégicos para el 2020 hubo tres candidates y solo se entregó una beca. Es decir que el 100% equivale a un único proyecto. Tanto para becas doctorales 2020 como para posdoctorales 2019, el porcentaje de candidates con proyectos en lingüística es del 66.7% y el porcentaje de lingüistas que recibieron la beca es del 50%.
Año | Convocatoria | Porcentaje de lingüistas sobre total de postulantes | Porcentaje de lingüistas sobre total de aprobados |
2020 | Doctoral estratégicos | 66.70% | 50% |
2020 | Posdoctoral estratégicos | 33.33% | 100% |
2019 | Doctoral estratégicos | 0% | 0% |
2019 | Posdoctoral estratégicos | 66.70% | 50% |
Tabla II: Porcentaje de proyectos de lingüística presentados para becas doctorales y posdoctorales por convocatoria de temas estratégicos y cantidad de proyectos aceptados dentro de la comisión KS2
Figura II: Porcentaje de proyectos de lingüística presentados para becas doctorales y posdoctorales por convocatoria de temas estratégicos y cantidad de proyectos aceptados dentro de la comisión KS2
Los resultados hasta aquí presentados evidencian que la reducción en becas otorgadas a proyectos de investigación en lingüística por la comisión de “Literatura, Lingüística y Semiótica” (KS2) no se debe a una disminución en la cantidad de presentaciones de esta disciplina. Por el contrario, mientras que en 2019 hubo 10 candidates con proyectos de lingüística en la convocatoria general de becas doctorales, en 2020 fueron 16. Algo similar sucede con las postulaciones a becas posdoctorales generales: 5 presentaciones en 2019, frente a 7 postulaciones en 2020. Esto da cuenta de un interés sostenido por parte de les investigadores en formación para continuar y profundizar las líneas de trabajo desarrolladas durante el doctorado, así como un creciente interés por la investigación en el área que no está siendo reflejado en los resultados de la convocatoria 2020.
Segunda parte
Resultados de la encuesta
Por su parte, los resultados obtenidos de la encuesta efectuada a postulantes a becas tanto doctorales como posdoctorales han llamado la atención sobre algunos puntos en los que nos interesa reparar. En primer lugar, en ambos casos les postulantes informan que el ítem en el que obtuvieron mayor descuento en los dictámenes es el Plan de Trabajo: el 75% de las personas encuestadas a las que no se les dio beca posdoctoral señalaron que tuvieron el mayor recorte en esta sección, llegando a tener una reducción de hasta 7 puntos sobre 20; el 25% restante señaló que tuvo el mayor recorte en la sección de Antecedentes. En el caso de las becas doctorales, el 80% de las personas a las que se les denegó la beca nos señalaron que sufrieron el mayor recorte en el Plan de Trabajo, mientras que el 20% restante tuvo el mayor recorte en Antecedentes.
Es significativo que, de las personas que no accedieron a beca doctoral, ninguna haya mencionado como el locus del mayor recorte al promedio, el área de mayor ponderación para las becas doctorales. Una de las últimas modificaciones dentro de la comisión KS2 fue la inclusión de un nuevo criterio para calcularlo. En la última convocatoria se tomó en cuenta el promedio histórico de la institución de grado, y no exclusivamente el promedio final de une estudiante en relación con la nota máxima posible: 10 (diez). Este criterio se había adoptado con anterioridad en otras comisiones y consideramos que su inclusión vuelve más equitativo al cálculo del promedio.
En relación con las devoluciones cualitativas de los planes de trabajo, las evaluaciones de la comisión recuperadas en las respuestas de les encuestades dan cuenta de cierta ambigüedad o falta de precisión en los aspectos señalados como deficitarios de los escritos y su respectiva puntuación. Esto dificulta enormemente no solo la realización de una reformulación del plan de trabajo si les postulantes decidieran presentarse en una nueva convocatoria, sino también la redacción de un pedido de reconsideración del puntaje asignado. Así, se evidencia la necesidad de una mayor explicitación de los criterios involucrados en la evaluación de este aspecto, lo que posibilitaría tanto una mayor transparencia en las devoluciones de los planes de trabajo como una retroalimentación enriquecedora para les postulantes.
Asimismo, con frecuencia, la comisión evaluadora KS2 solicita la ampliación de justificaciones de decisiones teóricas y metodológicas, así como mayor desarrollo de la revisión de antecedentes del plan de trabajo propuesto, dos cuestiones a las que resulta difícil atender considerando que la extensión máxima de los planes es de solo cinco páginas. Recordemos que en esta breve extensión les postulantes tienen que detallar con suma precisión la metodología a emplear, el marco teórico, los objetivos e hipótesis de la investigación, el estado de la cuestión y la bibliografía. El panorama se complica aún más si consideramos que las postulaciones de lingüística, que suelen ser altamente específicas y especializadas, muchas veces son evaluadas por especialistas que, si bien son profesionales de larga trayectoria, pueden no pertenecer a la misma subdisciplina o subárea que le postulante, lo que acarrea la solicitud de más información que la incluida en los planes presentados.
Al analizar en detalle las respuestas de les lingüistas que se postularon a becas posdoctorales, todes con puntajes de entre 91 y 99.6 sobre 100 puntos posibles, cabe señalar que quienes alegaron haber sufrido el mayor recorte en el apartado de Plan de Trabajo también sufrieron descuentos pequeños en el apartado de Antecedentes. Vale destacar que, dentro de este apartado, la comisión KS2 asigna 23 puntos (de 25) a les postulantes con tesis entregada pero no defendida. Por lo tanto, obtener esos 2 puntos y, por ende, alcanzar el máximo puntaje posible en el ítem tesis implica haberla defendido al momento de la convocatoria a becas posdoctorales, es decir, entre seis y ocho meses antes de la finalización de la beca doctoral. Esto, a su vez, supone tanto la conclusión del proyecto de investigación de doctorado como la acreditación de los requisitos académicos solicitados por los programas de posgrado. Debemos aclarar, además, que el proceso de evaluación de las tesis oscila entre cuatro y seis meses. Con lo cual, el proyecto doctoral presentado y aprobado con un cronograma de trabajo de cinco años, deberá concluir aproximadamente un año antes del tiempo originalmente estipulado. Adicionalmente, cuando el puntaje de corte es sumamente elevado (97 puntos, por ejemplo, para el caso de becas de posdoctorado en esta convocatoria), los recortes en aspectos como experiencia en producciones artísticas, participación en proyectos de investigación o publicación en coautoría pueden hacer la diferencia entre el otorgamiento o no de la beca.
Evaluación de antecedentes
En el caso de las becas posdoctorales, es relevante analizar algunos aspectos inherentes a los criterios utilizados por la comisión KS2 en la sección de Antecedentes, que es la dimensión de mayor peso, en términos del puntaje, en la evaluación de les postulantes. A pesar de que, como hemos explicado, les cinco postulantes a becas posdoctorales que participaron en nuestra encuesta declararon haber obtenido la mayor reducción de puntaje en el Plan de Trabajo, la ponderación de algunos de los antecedentes de investigación que son tenidos en cuenta podría resultar perjudicial para postulantes de lingüística en comparación con candidates de las otras disciplinas incluidas en la comisión, como literatura o semiótica.
Mediante el análisis de los criterios de evaluación para becas posdoctorales empleados por la comisión KS2 y la comparación con los de otras comisiones dentro del Gran Área de Ciencias Sociales y Humanidades (KS5, KS7 y KS9), hemos encontrado que al menos dos ítems de los criterios de evaluación empleados por la comisión KS2 corren el riesgo de desestimar el trabajo en equipo y, por consiguiente, no reflejar con precisión la lógica específica e inherente del trabajo de diversas subdisciplinas lingüísticas: por un lado, la ponderación de las publicaciones en función de la cantidad de autores y, por el otro, la participación en proyectos de investigación.
Con respecto a la ponderación de las publicaciones, hemos detectado que existe un sistema de recorte de puntos ante trabajos en coautoría: en caso de que una publicación cualquiera (sea libro, capítulo o artículo e incluso presentaciones en congresos) fuera publicada o presentada por dos autores, el puntaje asignado por la categoría que corresponde se reduce a la mitad. Ante tres autores, el puntaje final es ⅓; con cuatro autores, constituye ¼, y así sucesivamente. En ninguna de las categorías se establece una ponderación distinta sujeta al orden de autores. Creemos que si bien en algunas subáreas de la lingüística las publicaciones de autore únique son frecuentes, al igual que sucede en los estudios literarios y culturales, no constituye el caso de la totalidad de ellas, como por ejemplo el área de psico y neurolingüística.
Es destacable, además, que esta reducción de puntaje sea significativamente menor en otras comisiones evaluadoras pertenecientes al Gran Área de “Ciencias Sociales y Humanidades” que consideran la cantidad de autores al momento de ponderar el puntaje por artículos. En la comisión KS5 “Sociología y Demografía”, por ejemplo, se evalúan artículos publicados con hasta dos autores con 2.5 puntos, de tres a cinco autores con 2 puntos; en la comisión KS9 “Ciencias Antropológicas”, nuevamente hasta dos autores se otorga puntaje completo (6 puntos) para artículos en revistas, de tres a más autores se otorgan 3 puntos. En ninguno de los casos se penaliza la escritura en coautoría con una disminución del 50% del puntaje, ni se reduce el puntaje otorgado aplicando una regla de proporciones. Este contraste con lo que ocurre con otras comisiones deja en evidencia que la penalización que se hace al trabajo en equipo en la comisión de “Lingüística, Literatura y Semiótica” no es ni general ni inocente.
Asimismo, esta forma de ponderación contrasta con los criterios que se tienen en cuenta al momento de otorgar otro tipo de financiamiento, como los proyectos de investigación plurianuales (PIP), que específicamente valoran positivamente los trabajos en coautoría entre sus integrantes. Es importante señalar que los trabajos de investigación lingüística que, dependiendo de la rama, implican la realización de salidas de campo, confección de grandes corpus, experimentos y el empleo de herramientas tecnológicas, como eye-trackers, pueden sostenerse gracias a la obtención de subsidios grupales para los cuales los equipos participan de concursos abiertos y son evaluados conjuntamente con proyectos de muy diversas áreas. Muchos de ellos requieren de este trabajo colaborativo y de dichos subsidios para poder llevarse a cabo. A pesar de la importancia que estos tienen para el desarrollo de la investigación en lingüística, podemos constatar que en las evaluaciones de posdoctorado, en la comisión KS2 “Literatura, Lingüística y Semiótica”, a la participación en proyectos de investigación se le otorga un máximo de 3 puntos, mientras que en otras comisiones, como en KS7 “Psicología y Educación”, dichas actividades son mejor valoradas, con una ponderación que puede llegar hasta los 6 puntos.
Si bien la ponderación de las publicaciones en coautoría y de la participación en proyectos de investigación no parece haber incidido perjudicialmente de forma determinante en la evaluación de les postulantes de lingüística a becas posdoctorales en la convocatoria 2020, creemos que estos criterios de evaluación específicamente de la comisión KS2 pueden contribuir negativamente al acceso equitativo de becas para lingüistas y que, por consiguiente, es necesaria su revisión, teniendo en cuenta las particularidades del tipo de ejercicio científico que realizan les lingüistas.
La inconsistencia en la carrera científica
A fin de comprender el impacto que el no otorgamiento de las becas tendría en las investigaciones en el área, se les consultó a les postulantes si tenían planeado volver a presentarse.
En lo que respecta a les postulantes a beca posdoctoral, es importante señalar que todes han desarrollado su carrera doctoral con becas CONICET, por lo que la suspensión del financiamiento por parte de este organismo implica que investigadores en les que se ha invertido dinero a lo largo de cinco años queden, por lo menos momentáneamente, fuera del sistema. Durante el período de la beca no se pueden llevar a cabo otros trabajos no relacionados con la docencia. Estos últimos, igualmente, se pueden realizar hasta cierto margen, debido a que una vez que se supera, en salario bruto, el equivalente al salario de une profesore titular con dedicación simple en universidad, se descuenta de la beca el monto superior a dicho umbral. A su vez, la falta de otorgamiento de becas de posdoctorado no solo afecta la carrera laboral de les postulantes en el corto plazo: si en próximas convocatorias se logra ingresar, la producción científica interrumpida puede perjudicar el acceso posterior a la carrera de investigación científica.
En efecto, cuando se les consulta a les postulantes que no obtuvieron una beca en la convocatoria del 2020 acerca de la posibilidad de volver a presentarse en la convocatoria 2021, les encuestades manifiestan cierta incertidumbre: la mitad de elles respondió de manera positiva, mientras que la mitad restante expresó no haberlo decidido aún. No obstante, la mayoría sí afirma que continuará trabajando en investigación, ya sea en proyectos personales como en otros enmarcados en grupos y equipos de investigación de sus universidades. El impacto del rechazo del ingreso a la beca CONICET parecería tener un efecto más profundo en les estudiantes de doctorado que, aunque piensan seguir ligades a la investigación de alguna manera, en su mayoría no están segures de querer volver a solicitar financiación a CONICET o directamente rechazan la posibilidad.
En cuanto a las becas posdoctorales, puede que la mayor voluntad de presentarse a futuras convocatorias dentro de CONICET esté relacionada, además de con el hecho de que ya se cuenta con varios más años de experiencia en la consecución de un proyecto de realización científica, con el hecho de que la presentación y defensa de la tesis completa al momento de la evaluación tiene un impacto considerable en la evaluación. Las becas doctorales generales se ejecutan de abril a abril, en un plazo de 5 años, por lo que se financian exactamente 60 meses en el desarrollo de la investigación.
En convocatorias como la descripta en el presente informe, en que postulaciones con hasta más de 96 puntos han sido rechazadas, el peso de la defensa de tesis parecería ser determinante en la evaluación final. Sin embargo, y como se explicó en párrafos anteriores, la posible decisión de presentarse a la convocatoria únicamente cuando la tesis esté defendida podría implicar o bien la necesidad de estar por lo menos un año de trabajo completo fuera de la investigación, sin certezas sobre la posibilidad de encontrar un empleo durante ese tiempo, o bien la obligación de presentar prematuramente la tesis, aún dentro de los plazos estipulados para realizarla, con la financiación de la beca doctoral. Esto supondría una presión extra para les investigadores doctorales, que podría repercutir en la calidad final de sus tesis de doctorado. Estos condicionamientos implícitos, sin dudas, se ven agravados en años como el 2020, en el que la mayoría de les becaries manifiestan haber visto ralentizadas sus investigaciones a causa de la pandemia.
La pandemia tuvo un impacto negativo no solo en las investigaciones en general, sino también en los trabajos en el área de lingüística en particular. Además, incidió en la cantidad de becas posdoctorales otorgadas en la convocatoria 2020. En efecto, la prórroga de un año que fue otorgada por CONICET a 1660 personas, cuyas becas doctorales o de finalización de doctorado concluían el 31 de marzo de 2021, es un aspecto relevante a la hora de considerar el cupo total de becas posdoctorales disponibles para la convocatoria 2020, dado que el número total de becas estuvo condicionado por la cantidad de prórrogas otorgadas. Tal como han señalado los informes de diversas agrupaciones, en la convocatoria de 2020 el porcentaje de otorgamiento de becas posdoctorales fue del 59% (710 becas otorgadas sobre 1204 postulaciones), lo cual implica una reducción frente al 75% de otorgamiento en la convocatoria de 2019 (1157 becas sobre 1536 postulaciones). Específicamente en la comisión KS2, la diferencia es aún mayor: en términos relativos, se redujo en un 26% la cantidad de becas posdoctorales otorgadas en 2020 respecto de 2019, tendencia que también fue observada en otras comisiones del Gran Área de “Ciencias Sociales y Humanidades”.
A modo de síntesis
El relevamiento y el análisis cuantitativo de la proporción de proyectos de lingüística sobre el total de proyectos presentados en la comisión KS2 en las últimas dos convocatorias como así también el análisis de los criterios de evaluación empleados por dicha comisión y los comentarios de les postulantes que han participado en nuestra encuesta revelan una tendencia que hemos observado previamente en el ingreso a la carrera de investigación científica: la escasa cantidad de lingüistas que logra ingresar. En la última convocatoria a CIC, en efecto, de un total de 78 postulantes, 11 eran lingüistas. Sin embargo, por la comisión de Literatura, Lingüística y Semiótica solo ingresó una lingüista.
Cabe destacar que este análisis no se desentiende de la disponibilidad de recursos en general destinados a becas ni de los esfuerzos del último año –por ejemplo, a través de la sanción de una ley de financiamiento de ciencia y la recomposición de las becas doctorales y posdoctorales de principios de 2020–. No obstante, en la última convocatoria, el alto nivel de postulantes sin duda ha acrecentado las distancias entre los criterios de evaluación según se aplique a cada disciplina comprendida en la comisión KS2.
Por todo lo expuesto y analizado en este informe, exigimos que se respete la proporción de becas otorgadas a lingüistas dentro de la comisión KS2. Consideramos que para que esto sea posible deberían revisarse los criterios de evaluación, así como que en la comisión evaluadora haya representantes de las distintas subdisciplinas de la lingüística, de forma tal que representen las prácticas y la forma de investigar de todas las disciplinas comprendidas dentro de la comisión, en particular de las subdisciplinas dentro de la lingüística. Además, como ya señalamos en comunicaciones anteriores, comprendemos que, para colaborar con la transparencia de las decisiones y el entendimiento general del proceso de selección, los criterios de evaluación deberían ser públicos y ser difundidos cada vez que se abra una nueva convocatoria.
Anexo
Criterios de las comisiones evaluadoras del Gran Área de “Ciencias Sociales y Humanidades”
Los criterios de evaluación de cada comisión disciplinar se envían de forma individual a cada une de les postulantes a beca junto con el dictamen que da cuenta del otorgamiento o no de la beca. Para obtener los criterios de evaluación de las distintas comisiones disciplinares, contactamos a personas que se presentaron en la última convocatoria.